Cómo visitar San Francisco con el tiempo contado
🎵🎵🎵"Cuando fui a San Francisco y empecé a cruzar el puente, sentí emoción tan grande..." 🎵🎵🎵 Sí, lo sé, esta es la entrada de una famosa gaita venezolana, pero creo que cualquiera que se la sepa y haya cruzado el maravilloso el Golden Gate, seguramente se le habrá cruzado por la cabeza dedicársela. Además, tengo una amiga fanática de los puentes que hizo reparar en lo increíble que estas estructuras son y en el maravilloso significado que entrañan: la conexión de lugares (pasen a leer Coleccionando puentes)
Así pues, el Golden Gate es la puerta grande a la ciudad de San Francisco y la forma en que esta preciosa ciudad se conecta con la costa desde el norte de California. Este puente de 227 metros de altura es un monumento arquitectónico concluido en 1933, lo que de inmediato lo lleva a uno a darse cuenta que las cosas buenas y bien construidas perduran, siempre que se cuiden.
Confieso que estaba nerviosa cuando lo crucé por primera vez. Si bien tiene bases muy fuertes lo que le han permitido resistir a la actividad sísmica de la zona que, no es cualquier cosa, es un puente colgante y el poder el viento que sopla se siente. Así pues, mientras una parte de mi cerebro rezaba para que los carros avanzaran rápido, la otra parte se deleitó con la vista preciosa que circunda el puente.
Sin embargo, hay otra manera de llegar a San Francisco desde el norte de California: por ferry desde Vallejo. Llegar en ferry a esta ciudad es también muy grato, sobre todo éste que tomé en Vallejo, una ciudad muy bonita y llena de arte en el área de la bahía. Pero lo importante de ir de esta manera es que no tendrá que buscar estacionamiento -lo que siempre es un dolor de cabeza- y podrá recorrer la ciudad a pie o en transporte público, el que por cierto es muy bueno.
De colinas, embarcaderos y diversidad
La verdad nunca esperé visitar San Francisco. La ciudad no tenía algo que me llamara mucho la atención. Pero visitarla te cambia las perspectivas. De hecho, luego de conocerla, lamenté mucho no haber tenido oportunidad de explorarla como me gusta (3 o 4 días), pero lo poco que vi, me encantó, y por eso la metí en mi lista de sitios por volver a visitar.
No obstante, puedo decir que esta ciudad de colinas, bellísimos embarcaderos y romántico tranvía tiene un encanto incomparable. El caluroso verano californiano es muy agradable en ella gracias a la brisa marina que la refresca, pero además la diversidad de su gente, la combinación del pasado y el presente de sus estructuras arquitectónicas, la hacen un sitio único y lleno de atractivos por doquier.
Si se empieza en el Ferry Building -como lo hice yo- el recorrido será incluso más grato. Este edificio histórico más importante de la ciudad, porque data de los tiempos de la fiebre del oro. Acondicionado como espacio para albergar diferentes tipos de comercios, en él va a encontrar desde quesos artesanales, vinos, frutas, cosméticos, restaurantes y más.
Siguiendo la ruta hacia el norte, o por la avenida Embarcadero uno se topa con un sinfín de lugares para, o bien llevarse un recuerdito, o bien para tomarse algo refrescante frente a la bahía. Otra cosa interesante es ver a la gente pescando en diversos puntos de los embarcaderos.
Con el tiempo contado en San Francisco, solo quería subirme en su tranvía y perderme (para variar) en esas calles hermosas que uno ve tanto películas hollywoodenses. Claro el pequeño detalle es que, lo que yo llamaba "tranvía", resulta que es un "cable car". Así que, una vez más, me monté en lo que no era, para poder llegar a lo que quería.
Tomé el "tranvía" de la parada de Embarcadero y Ferry Building (línea F) y paseé un buen rato hasta llegar a un lugar para cambiarme al "cable car" en Market y Powell. Este hace una ruta que pasa por sitios turísticos como Union Square, el Museo del Cable Car, Nob Hill, Russian Hill, Lombard Street y termina en la plaza Ghirardelli. De todo el recorrido amé con locura el paso por la Lombard Street. Claro, lo que no te dicen películas, es que subir en ese carrito restaurado por esa avenida zigzagueante que tiene una inclinación de 40 grados, no es como fácil. No obstante, el sustico valió la pena porque vi mucho en poco tiempo.
Lugares para visitar
Como les dije, no tuve mucho tiempo para visitar todo lo que quería, eso incluía la famosa casa de las hermanas Halliwel (Charmed). Por fortuna, luego me enteré que ésta no quedaba en San Francisco, como decían en la serie, sino que está en (1329 Carroll Avenue) Los Ángeles. Así que quitando esto, comparto lo que está en mi top 5, en lo referente a qué hacer o visitar en esta ciudad o en sus cercanías si no se tiene mucho tiempo:
- El Free Tour por San Francisco. Son dos horas por lo más emblemático. Y aunque se pueda creer que lo mejor es que es gratis, pues, no... lo mejor es que es en español. Hay que reservar y llevar ropa y zapatos cómodos.
- Visitar Alcatraz. Esta es sin duda la cárcel más famosa del mundo. Centro de miles de películas y de cualquier cantidad de historias macabras, la visita a la prisión la organiza el sistema de Parques Nacionales de Estados Unidos, hay tours que la incluyen y que te llevan al Golden Gate y otros lugares interesantes (ver web).
- Solo geeks y nerds. En San Francisco hay tours para los amantes de la ciencia y la tecnología. Hay uno que te lleva a través del distrito financiero a las oficinas de Google, Facebook o LinkedIn, por solo nombrar tres que se pueden ver fácilmente. Pero también hay otro (este me encanta) que visita la Academia de las Ciencias de California, uno de los museos de historia natural más fascinantes del mundo. Puedo decir sin ningún tipo de vergüenza que parte nerd lo amó con locura.
- Chinatown y Little Italy. La versión de estos lugares en San Francisco tiene que estar en cualquier itinerario por la ciudad. Meterse en cualquiera de sus restaurantes es una locura, una delicia y una experiencia que le hará ganar unos kilitos de una muy buena manera.
- San Francisco en bicicleta. Cuando me enteré que había esta opción casi lloro. Amo andar en bici y pensar en ir pedaleando hasta Sausalito hizo que pusiera esto entre mis próximas metas. Y es que tanto la ciudad como sus alrededores merecen la pena ser apreciados de esta manera. Además, con el tamaño de las raciones que sirven en cualquier restaurant de los Estados Unidos, pues es algo que se agradece. (ver tour)
Como siempre mi invitación es a que se pierdan, a que descubran lugares. Métanse en pequeños bares, hablen con la gente en la calle, porque allí está lo sabroso de viajar.
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