Dando vueltas por Perú (parte I)

Hotel MMH Marina en Máncora

Tenía tiempo sin salir dentro de nuestro propio continente. He recibido mucha invitaciones a Colombia y Argentina  y muy recientemente México, pero  fueninguna tan convincente como la invitación que me hicieron a Perú (@marcaPERU) Y para hacer el cuento corto acá estoy en Máncora, una zona al norte de este bello país que estoy descubriendo. 

Como zona costera bañada por el Pacífico, tiene un clima sensacional y unas olas que son la delicia de surfistas y todos aquellos que gustan de los deportes acuáticos. Los peruanos han sabido desarrollar el lugar con hoteles de diferentes tipos. Pero aportando a la excelencia en muchos aspectos quiero destacar la inversión que se ha hecho en el desarrollo de hoteles boutiques en los que se combina la excelente gastronomía con la habilidad de los peruanos para la prestación de servicio de primera línea.

Con Vicky una amiga hecha en el trayecto a Máncora

Es increíble la educación, buena disposición y simpatía de quienes atienden en todos los lugares a los que hasta ahora he ido. No tengo de qué quejarme. Hacer turismo en este país es sencillamente un placer. Volviendo a Mancora, pues hay de todo lo que se pueda necesitar: cajeros automáticos, lavanderías,  bancos, policía local, un pequeño hospital, servicios de taxi privado, agencias autobuses, además los hoteles tienen Wi Fi y telefonía, estacionamientos  y mini super.

En la avenida principal, Panamericana Norte, encuentras tiendas de artesanías, boutiques  y locales de alquiler de tablas y accesorios de surf. Incluso, han pensado tanto en complacer al turista que hasta hay profesores particulares de surf.

Causita MMH, una delicia de sabores

Lo mejor de la playa de Máncora es que es larga que se proyecta hacia el norte; sin mucha gente ni muchas casas. Al sur pasando el Muelle, se llega a playa Pocitas, una zona un poco más residencial. La vida nocturna del lugar es interesante y divertida. 

Algunos hoteles, como en el que me quedé (y recomiendo ampliamente por lo bello que es y su atención) el MMH, tienen área lounge deliciosa con mar como telón de fondo. No obstante, se puede experimentar sin problemas visitar el pueblo y adentrarse en los bares y restaurantes se concentran en una zona. El reggae, los daikiris de Maracuyá y los tiraditos nikkei son delicias que no deben dejar de probar. 

Estas son mis primeras impresiones de este lugar. Estoy llegando y me quedaré 2 días y ya les contaré mucho más. Por lo pronto esta probadita de Máncora ha sido sensacional, y así como yo quiero más espero que ustedes también.